¡Feliz Día de las Madres!
Si hablamos de incondicionalidad, rememoro los abrazos de mamá.
Si pienso en fortaleza, recuerdo la mirada de mi madre cuando encontró su vajilla rota con mi pelota.
Si fuera sólo cuestión de coraje, sólo pienso en las veces en que por no dejarme sol@ se subió al subibaja conmigo.
Pero indudablemente, fue su calidez, la que supo transmitir en cada mate compartido después de regresar del trabajo.
Y aunque las madres no siempre vivan 100 años, sólo espero que su amor sea ETERNO.
¡FELIZ DÍA MAMÁ!